El gerente de Operaciones de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Alfonso Pérez, reiteró este martes que, si la Asamblea Legislativa no aprueba los dos contratos de litio, el país perderá $us 2.000 millones de inversión extranjera, 6.000 empleos directos e indirectos y otros beneficios.
“Perderíamos la oportunidad de un ingreso de inversión de más de 2.000 millones de dólares en estos dos primeros contratos y (…) alrededor de 4.000 empleos indirectos, 2.000 empleos directos, durante la ejecución del proyecto”, explicó.
Además, remarcó que la no aprobación de los contratos implica desaprovechar la oportunidad de hacer alianzas estratégicas con socios que ya cuentan con tecnología que permitirán recuperar el tiempo perdido en la industrialización.
En septiembre de 2024, YLB y la empresa rusa Uranium One Group firmaron el primer contrato para para producir 14.000 toneladas (t) de carbonato de litio al año en el salar de Uyuni, Potosí, utilizando la tecnología EDL (Extracción Directa de Litio), con una inversión superior a los $us 970 millones.
Luego, en noviembre de ese año, YLB y la empresa china Hong Kong CBC suscribieron otro contrato para el emplazamiento de dos plantas de producción de carbonato de litio, también con tecnología EDL, de 10.000 y 25.000 toneladas anuales de capacidad con una inversión de $us 1.030 millones.
Litio
El lunes, la empresa estatal alertó YLB alertó de que la no aprobación de los contratos de litio puede impactar negativamente en la catalogación de reservas que deben recibir los recursos de litio certificados en el país, ya que es necesario tener un proyecto vigente y en explotación para cambiar su clasificación.
Actualmente, el contrato con la empresa china CBC se encuentra en la Cámara de Diputados para su tratamiento y aprobación; sin embargo, tras una bochornosa sesión se determinó un cuarto intermedio “sin fecha ni hora” de tratamiento.
Varios sectores rechazan estos proyectos, pues los consideran “entreguistas” y poco transparentes. Además, reclaman que el actual Gobierno esté afanado en hacer aprobar los contratos cuando la gestión está por concluir.
Fuente: laRazon