En noviembre del presente año concluirá la construcción de la Segunda Planta de Biodiésel en El Alto (La Paz). Con esta factoría y la primera inaugurada este martes en Santa Cruz, Bolivia aumentará la producción de biocombustibles, según YPFB.
“Para fin de año, para noviembre, vamos a tener nuestra planta en Senkata, en La Paz. Y de esta manera vamos a incrementar la producción de biocombustibles en el país”, informó este martes el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, en la entrega de la Primera Planta de Biodiésel, situada en predios de la Refinería Guillermo Elder Bell, en Santa Cruz.
En la oportunidad, destacó que, con estas dos importantes factorías, el país producirá un combustible amigable con el medio ambiente y ayudará a disminuir la emisión de dióxido de carbono.
“Estamos viendo los problemas que tenemos en la ciudad de La Paz, las riadas, las inundaciones, vivimos sequías y todo esto se debe al cambio climático y con los biocombustibles hacemos un cambio, podemos disminuir el efecto de los gases invernaderos”, señaló.
La construcción de la Segunda Planta de Biodiesel “Héroes de Senkata”, en el Distrito 8 de El Alto, inició el 6 de marzo de 2023, con una inversión de Bs 278,4 millones. Generará 500 empleos directos y 860 indirectos.
La factoría, cuya entidad ejecutora es YPFB Refinación, también producirá productos derivados del aceite vegetal, como la glicerina, un elemento esencial para la industria cosmética y farmacéutica, de acuerdo con los datos oficiales.
Fuente: abi
La puesta en marcha de la Planta de Biodiesel I en Santa Cruz fue destacada por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), porque aportará a la industrialización, al desarrollo sostenible de la economía y a potenciar el crecimiento de la agroindustria.
“Su sostenibilidad, crecimiento y eficiencia serán necesarios para asegurar el cumplimiento de sus importantes objetivos. Resaltamos este esfuerzo que aporta a la industrialización y al desarrollo sostenible de la economía”, establece el empresariado en un comunicado sobre la primera planta inaugurada.
La puesta en marcha de la Planta de Biodiésel I implica las etapas de prueba y verificaciones dinámicas, para asegurar el correcto desempeño de todos los equipos y procesos necesarios para iniciar la producción de biodiésel y garantizar la seguridad energética en el país.
“Es un día histórico para el país, ingresamos por primera vez a la era de la industrialización de los biocombustibles. Hoy estamos cumpliendo una promesa electoral. Hoy entra en funcionamiento nuestra primera Planta de Biodiésel en Bolivia”, destacó el presidente Luis Arce en el acto de entrega de la moderna planta.
Con esta planta se reducirán los volúmenes de importaciones de combustibles líquidos, pero también se producirá un combustible más limpio y amigable con el medio ambiente.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, afirmó que la planta también conlleva una serie de beneficios económicos, sociales y ambientales para el país, al sustituir parte de las importaciones de diésel mediante la producción local de este insumo.
“Con ello se contribuye directamente a reducir los costos de importación y las subvenciones al diésel”, destacó.
La Planta de Biodiésel I, ubicada en predios de la Refinería Guillermo Elder Bell, tiene una capacidad máxima de producción de 1.500 barriles día, lo que permitirá generar beneficios económicos, sociales y ambientales para los bolivianos.
También están en construcción la Planta de Biodiésel II en El Alto y el proyecto industrial HVO, que contribuirán a evitar la salida de divisas al exterior.
Además, fomentará la producción de aceite vegetal como materia prima para la planta, lo que generará nuevas fuentes de empleo en el sector agroindustrial.
Fuente: abi
La presidenta de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Karla Calderón, garantizó para esta gestión la producción de 3.000 toneladas de carbonato de litio en cumplimiento del cronograma técnico establecido para la nueva Planta Industrial de Carbonato de Litio.
“Hemos garantizado una producción de 3.000 toneladas para este año, como está establecido en nuestro cronograma, y vamos a subir esa producción de manera paulatina en las siguientes gestiones”, aseguró.
La planta se encuentra ubicada en el Complejo Industrial de YLB en el Salar de Uyuni, Potosí. Fue inaugurada en diciembre de 2023, después de un largo proceso de reingeniería en su construcción y diseño.
Por las características técnicas, la planta industrial debe alcanzar la estabilización por completo, lo cual permitirá incrementar de manera gradual la producción del compuesto.
Llegar a la máxima capacidad de producción estará en función a la disponibilidad de la materia prima, que se obtiene a través de las piscinas de evaporación que habían quedado descuidadas por la falta de mantenimiento en las anteriores gestiones.
“Ya lo habíamos anticipado, habrá una complicación para subir a la máxima capacidad. Las piscinas de evaporación tuvieron severas fallas técnicas dentro de la planificación y de su construcción, estos son problemas heredados (…), sin embargo, estamos tomando las acciones necesarias”, afirmó.
Fuente: abi
Las empresas distribuidoras de electricidad, que forman parte de ENDE Corporación, continúan con la ejecución de su “Plan Anual de Mantenimiento de Redes Eléctricas de Distribución” en barrios de Oruro, La Paz y Beni, con la finalidad de garantizar la calidad y continuidad del servicio de energía eléctrica en estos departamentos.
“En la zona norte de la ciudad de Oruro, para garantizar las distancias de seguridad hacia las redes eléctricas, ENDE DEORURO realizó la reubicación de postes de concreto de 12 metros, de centro de transformación T-505, además de la instalación de protecciones en baja tensión y el recableado de red de baja tensión con cable trenzado”, señala un reporte de prensa.
Estas tareas fueron llevadas a cabo por las cuadrillas de media y baja tensión, en las que se emplearon tres camiones baldes y dos grúas, con el objeto de minimizar el tiempo de interrupción del servicio y brindar seguridad.
De igual manera, en La Paz, DELAPAZ se trasladó hasta la urbanización Franz Tamayo del municipio de El Alto, donde realizó el cambio de aisladores, la reubicación de líneas eléctricas, para mantener las distancias de seguridad entre la red eléctrica y nuevas construcciones y, en algunos tramos, el reemplazo de líneas eléctricas (cables).
Los trabajos se realizaron en “línea viva”, sin interrumpir en ningún momento el suministro de energía eléctrica, cumpliendo con rigurosas medidas de seguridad que demandan este tipo de labores.
Similares tareas se desarrollaron en el departamento de Beni, específicamente en el barrio El Torito del municipio de Riberalta, donde personal de ENDE DELBENI realizó el cambio de crucetas y estructuras en la red de media tensión, el mejoramiento de crucetas en cinco estructuras VC1 y una en VC8, el reemplazo de aisladores poliméricos, la instalación de una estructura VM3-3 y, por último, el retesado de línea de media tensión. Estos trabajos fueron realizados en la madrugada, debido a que se tuvo que cortar el suministro eléctrico por un par de horas.
“ENDE Corporación continuará ejecutando su ‘Plan Anual de Mantenimiento de Redes Eléctricas de Distribución’, en los departamentos donde opera y administra estos sistemas. El objetivo es brindar un servicio de calidad, para que la población boliviana pueda desarrollar todas sus actividades con normalidad, recibiendo siempre un óptimo servicio eléctrico”, afirmó la estatal, en una nota de prensa.
Fuente: abi
El presidente Luis Arce inauguró este martes la primera planta productora de biodiésel del país, con la que el Gobierno busca que Bolivia deje de depender de la importación de combustibles, que costó alrededor unos 3.000 millones de dólares en 2023.
La planta fue construida en los predios de la refinería Guillermo Elder Bell, en la ciudad de Santa Cruz, con una inversión de 379 millones de bolivianos (unos 54,4 millones de dólares).
El acto de inauguración fue liderado por Arce, que estuvo acompañado del ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, y el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
El mandatario aseguró en su discurso que “es un día histórico para el país” porque ingresó “a la era de la industrialización de los biocombustibles” y defendió que es “el único camino” para que Bolivia deje de depender de la importación de carburantes.
Según Arce, “lo más fácil” habría sido subir el precio interno del diésel y la gasolina, que actualmente se venden con precios subvencionados, pero aseguró que el Gobierno “siempre” cuidará “el bolsillo de los más humildes y los más pobres”, por lo que se optó por la producción de biocombustibles.
Además, señaló que la puesta en marcha de la planta responde a una de sus promesas electorales. “Hoy estamos cumpliendo una promesa electoral”, afirmó.
A su turno, Molina precisó que la planta tendrá una capacidad de producción de 1.500 barriles diarios.
Además, explicó que el combustible se podrá elaborar tanto con aceites vegetales como con un “aditivo importante” y “ecológico” proveniente del reciclaje de aceites comestibles usados en hogares o restaurantes.
Según datos oficiales, la fábrica tiene 34 tanques con una capacidad total de 6,4 millones de litros para recepción y 3,1 millones de litros para despacho de combustible.
En la ciudad de El Alto, se construye una planta similar, que entrará en funcionamiento hacia fin de año, a la que se sumará otra instalación de aceites vegetales “hidrotratados” o HVO que se prevé poner en marcha en 2025.
Con la producción de las tres plantas, el Gobierno espera sustituir la importación de combustibles hasta en un 48%.
El país registra actualmente una baja producción de líquidos en los campos petroleros y gasíferos, por lo que debe importar combustibles líquidos.
Para este año, se calcula un gasto de 24.666 millones de bolivianos (unos 3.543 millones de dólares) para la compra de gasolina y diésel.
Estos carburantes se venden en el mercado interno a precios subvencionados, un gasto que, por ejemplo, en 2023 superó los 1.800 millones de dólares.
Analistas y expertos advirtieron que la actual escasez de dólares en la economía se debe en parte al gasto público que incluye esta subvención a los carburantes.
INCENTIVOS
El jefe de Estado, en su discurso, anunció además que el Gobierno otorgará créditos estatales con un 0,5% de intereses para incentivar la producción agrícola que se destine exclusivamente como materia prima para la producción de biocombustibles. Eso por medio del programa SIBolivia.
“Eso significa que nuestros hermanos productores, (aquellos) que tienen sus 20, sus 30 hectáreas y que solamente producen 10, que producen 15, ahora pueden completar el 100 por ciento (de su capacidad) de su producción, con el incentivo que nosotros vamos a dar, para que se incremente la producción de la materia prima para nuestro biodiesel”, explicó Arce.
Por último, destacó que la nueva planta de biodiésel, además de generar nuevos empleos, sino que tiene la ventaja de ser amigable con el medio ambiente.
La meta
“Empezamos una (nueva) era, para prescindir de la importación (de combustibles) gradualmente”, afirmó Arce, a fin de que, “poco a poco”, Bolivia se convierta en un país “autosuficiente”. Es lo que pretendemos hacer durante los siguientes años”, anunció.
Fuente: Correo del Sur
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) afirmó este martes que la Planta de Biodiésel I de Santa Cruz beneficiará no solo al medio ambiente, sino que impulsará un “mayor crecimiento” de la agroindustria.
El sector privado considera que el complejo ayudará, además, a reducir la dependencia del país de la importación de combustibles. “Su sostenibilidad, crecimiento y eficiencia serán necesarios para asegurar el cumplimiento de sus importantes objetivos. Resaltamos este esfuerzo que aporta a la industrialización y al desarrollo sostenible de la economía”, añadió en un comunicado en sus redes sociales.
La planta fue inaugurada este martes en Santa Cruz. El Gobierno informó que producirá 1.500 barriles de biodiésel por día, con materia prima proveniente de aceites vegetales, como el macororó, palma, girasol y soya.
Fuente: Correo del Sur
En el marco de la política de reducir la dependencia de combustible importado, el Gobierno puso en marcha este martes la Planta Industrial de Biodiésel en el departamento de Santa Cruz.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, señaló que este proyecto, iniciado en 2022, involucró una inversión de 379 millones de bolivianos y generó 678 empleos directos y 123 indirectos. La capacidad de producción es de 1.500 barriles diarios.
Dicha planta utiliza aceites vegetales, incluso de reciclados, para generar biodiésel, que servirá como aditivo al combustible.
El presidente Luis Arce alentó al sector agropecuario a producir más materia prima, en particular soya, para la nueva planta y la que también se abrirá en El Alto.
En ese marco, anunció que se incentivará la producción agropecuaria con el programa de crédito SIBOLIVIA, que ofrece interés de 0,5% anual.
“Con esta planta, ese aceite de soya se va a convertir en biocombustible, en diésel, pero también queremos que se aumente la producción agropecuaria y, por lo tanto, vamos a aumentar el producto interno bruto aquí del departamento de Santa Cruz, vamos a aumentar el empleo y los ingresos para la familia cruceña”, dijo el mandatario.
Anunció que, además de las plantas de biodiésel, se implementará una planta Hvo que utilizará hasta grasa animal para generar el combustible.
El jefe de Estado resaltó que se ha optado por esta vía, de la producción, para recudir la dependencia del combustible importado, en lugar de adoptar políticas de ajuste de precios que sólo habrían golpeado el bolsillo de los más humildes.
“El camino correcto, el más largo, el más duro, el más tedioso, el más complicado siempre ha sido producir y aquí estamos dando muestra los bolivianos que sabemos ir por el camino correcto y producir nuestro propio biocombustible con nuestra propia materia prima”, agregó.
Fuente: Correo del Sur
El presidente Luis Arce inauguró este martes la Planta de Biodiésel I, en la ciudad de Santa Cruz, con el objetivo de reducir la importación de combustibles.
"Ingresamos por primera vez a la era de los biocombustibles. Bolivia no puede quedarse atrás, por eso prometimos industrialización con sustitución de importaciones. Hoy cumplimos esta promesa. Esta entra en funcionamiento la primera planta de biodiésel en Bolivia", dijo Arce en el acto.
Afirmó que la industrialización es el único camino para frenar la importación y subsidio de carburantes. "Bolivia no puede depender de la importación, a partir de hoy produciremos nuestro biocombustible", afirmó.
Dijo que luego se inaugurará otra planta de biodiesel en El Alto y otra planta más en Santa Cruz.
Aseveró que lo más fácil es subir los precios de los combustibles, pero que el Gobierno descartó esa vía porque eso implica incremento de la canasta familiar, lo que afecta a los más pobres.
"El camino correcto, el más duro, siempre ha sido producir. Y aquí estamos dando la muestra de que vamos por el camino correcto", aseveró.
La planta de biodiesel será alimentada con la producción de etanol a partir de soya y otros agroproductos, sobre todo en el oriente del país.
Dijo que se aprobó una normativa para ampliar el aporte de productos agrícolas para los biocombustibles.
"Toda la nueva producción agropecuaria que vaya dirigida a la producción de biodiésel. Ahora pueden completar al 100% de la producción para que se incremente la materia prima para el biodiesel"
Ubicada en el departamento de Santa Cruz, esta factoría representó una inversión de Bs 379 millones.
La nueva industria procesará diariamente mil 500 barriles de biodiesel con aceites vegetales procedentes de plantas como el macororó, palma africana y soya, entre otros.
Fuente: Los Tiempos
El presidente del país, Luis Arce, junto a otras autoridades del sector energético del país inauguró la planta de biodiésel, ubicada en Santa Cruz.
En un acto que contó también con sectores productivos y movimientos sociales, el primer mandatario reconoció que Bolivia es uno de los últimos países en ingresar a la era de los biocombustibles en la región, pero de a poco se logrará disminuir la dependencia de los combustibles importados.
"Siempre cuesta hacer lo que no se sabe hacer y nosotros con el trabajo comprometido, de técnicos, de ejecutivos de YPFB, hoy podemos decir que esta planta ha sido construida con el esfuerzo de las bolivianas y los bolivianos, hoy ya tenemos la tecnología para producir el biocombustible en nuestro país", dijo Arce.
El primer mandatario destacó la obra y ofreció incentivos para la producción de granos que alimenten el programa de biodiésel en Bolivia.
A su vez, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, indicó que la inversión fue de Bs 379 millones y producirá 1.500 barriles diarios y generará una cadena productiva, beneficiando a muchos sectores, desde el soyero hasta el transporte.
La factoría cuenta con 34 tanques que suman una capacidad total de 6,4 millones de litros para recepción y de 3,1 millones de litros para despacho de combustible. La maquinaria estará adaptada para procesar diversas materias primas para producir biodiésel con aceites usados de cocina y aceites vegetales.
Adicionalmente, y para no desaprovechar ninguna potencialidad de las materias primas, la planta también producirá borra, materia grasa y glicerina. Su trabajo irá de la mano con una planta similar que se implementa en El Alto y entrará en funcionamiento hasta fin de año.
El proyecto se complementará con la Planta de HVO (de aceites hidrotratados) que estará lista en 2025 con una producción de 9.000 barriles/día, por lo que el año del bicentenario el país producirá 12.000 b/día de biocombustibles. Con la producción de las tres plantas, se espera sustituir la importación de combustibles en hasta un 48 %
Fuente: ElDeber
04/03/2024
La caída de la producción de gas provocó que el Gobierno negocie menores volúmenes de envío a mercados de Brasil y Argentina; de alcanzar los 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd) esta cifra cayó a 36 MMmcd en 2023. Este año, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) proyecta que seguirá la baja a 31 MMmcd.
El país podría importar gas a fines del 2030, de acuerdo a una consultora internacional; pero el Gobernador de Tarija, indica que esta situación se daría en 2029.
Ante esta situación el especialista, Mauricio Medinaceli, plantea ajustes para lograr descubrir y posteriormente explotar nuevamente este energético.
De acuerdo a datos oficiales, en 2006 la producción alcanzó a 35,7 MMmcd y su pico más alto fue en 2014 con 59,6 MMmcd, en 2015 empezó la declinación y paralelamente la merma de ingresos para el país.
Esa situación fue provocada por la mala gestión de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, luego de la promulgación de la ley de nacionalización de hidrocarburos y otras normas.
La apreciación corresponde al experto y exautoridad de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, expresado en el programa De Primera Mano, en el que explicó que, sólo las políticas fueron para explotar y no para descubrir gas.
Durante todo el período de Evo Morales no se hizo inversión en exploración. La producción y reservas fueron cayendo, situación que continuará en la presente gestión, ya que YPFB estima que se llegue a 31 MMmcd.
Dijo que la nacionalización cambió contratos petroleros y convirtió a las compañías en una suerte de operadoras y a YPFB, junto con el Estado, en dueños de los hidrocarburos o encargados de promover la inversión.
Además, las condiciones económicas, así como impositivas para el sector privado no son las adecuadas, ya que Bolivia tiene las regalías más altas del mundo.
Observó que, en el momento de la suscripción del contrato con Argentina el país no tenía reservas suficientes para abastecer a Brasil, lo que obligó al Estado a sobre explotar los campos gasíferos.
Lamentó que hace 15 años, el gobierno de ese entonces, no haya tomado en cuenta de las opiniones de los profesionales cuando se alertó que no se invertía en exploración para reponer las reservas de gas.
Aseguró que la producción de gas en 2005 fue resultado de 25 años de trabajo, ya que los períodos de “exploración” toman su tiempo y los resultados se dan entre 10 a 15 años.
Mientras el país insista en mantener una política hidrocarburífera rentista y estatista, caracterizada además por una mala gestión sectorial, será cada vez más difícil revertir la crítica situación del sector. La suerte está echada y los autores son exautoridades 2005-2023, escribió el analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez en X (Twitter) @RaulVelag.
La opinión del experto fue a raíz de un Twitter de Álvaro Ríos, exautoridad del sector, quien se refirió al fracaso de Astillero, aunque YPFB en un comunicado informó de que se sigue el proceso de exploración.
“Sin Astillero solo queda un pozo exploratorio que es Charagua, que de ser positivo y comercial estaría para 2028/29. La importación de gas de Argentina es ya una realidad para 2028/29”, escribió Ríos.
Mientras tanto, el gobernador de Tarija, Oscar Montes, informó que el país tiene gas natural para exportar solamente hasta el 2029, por la no reposición de reservas y a partir de este año solamente podrá atenderse el mercado interno.
“No es que se acaba, el 2029 vamos a producir apenas para el mercado interno”, afirmó Montes Barzón, al añadir que si no se toman recaudos a partir de ese año se tiene que comenzar a importar gas.
Wood Mackenzie indica que, el desplome boliviano tocará fondo en 2030, cuando de los 1.400 millones de pies cúbicos por día de 2022 (MMcfd) pase a producir un mínimo de 400 millones (MMcfd). En las medidas que se utilizan en Argentina, sería pasar de unos 39,7 millones de metros cúbicos diarios a apenas 11,3 MMm3/d. Neuquén, con Vaca Muerta a la cabeza, alcanzó 91,6 MMm3/d de “shale gas” en agosto último, un récord histórico y que apunta a ser una constante si termina la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, de acuerdo al diario digital Mase.lmneuquen.com, publicado en febrero de 2023.
El informe suma el análisis de Amanda Bandeira, analista de Upstream para América Latina de Wood Mackenzie. “Con pocos descubrimientos nuevos y poca oferta en campos maduros, la producción comenzará a disminuir a un ritmo mucho más rápido. Actualmente, la demanda interna consume alrededor del 30% de la oferta total. Para 2030, es probable que la demanda interna supere esta oferta y es posible que veamos a Bolivia convertirse en un importador”, sostuvo.
MEDIDAS
Ante ese escenario incierto, Medinaceli plantea eliminar los subsidios a la gasolina, el diésel, y aplicar otro tipo de métodos para no afectar a los más vulnerables, también liberalizar el precio del dólar y en el mediano plazo reestructurar YPFB, así como hacer un sistema impositivo razonable, además de hablar con Brasil y Argentina.
Pasar de una ley de explotación a una que incentive la exploración, que dará resultados entre 5 a 10 años.
Fuente: ElDiario